Este síndrome se describe por primera vez en 1987 por Amarenco.
El síntoma más frecuente es el dolor que aumenta al sentarse, disminuye al estar de pie y no suele doler acostado. También puede producir disfunción urinaria, anal o sexual.
Al tratarse de la afectación de un nervio puede manifestarse como falta de sensibilidad, entumecimiento, hormigueo, pinchazos, incluso descargas eléctricas en la zona genital.
El Nervio Pudendo se origina de la unión de las raíces sacras S2, S3, S4 y los puntos críticos donde sufre el atrapamiento sería en la pinza entre los ligamentos sacrotuberoso y sacroespinoso y el canal de Alcock.
RAMAS TERMINALES DEL NERVIO PUDENDO:
1- El nervio rectal inferior, sus ramas sensitivas inervan el canal anal, el tercio caudal del recto, la piel de la horquilla vulvar y perineal. Las terminaciones motoras llegan al nivel anal del elevador y el esfínter externo del ano.
2- El nervio perineal, sus ramas sensitivas rodean el tercio inferior de la vagina, la uretra y labios mayores y menores y las ramas motoras llegan al esfínter estriado de la uretra.
3- El nervio dorsal del clítoris/pene, tiene dos ramas, la clitoridiana y la pubiana que alcanzan el conducto inguinal. Además el nervio pudendo inerva los músculos bulboesponjoso, isquiocavernoso, elevador del ano y los transversos superficiales y profundos.
INCIDENCIA Y EVOLUCIÓN
La incidencia y prevalencia de la neuropatía del pudendo está subestimada en la población por diversos motivos entre ellos cabe destacar lo abigarrado de los síntomas que a veces parece que no tienen relación los unos con los otros y síntomas también muy variables de unos pacientes a otros, por ello no es raro que se les diagnostique de problemas mentales como depresión somatización o histeria, por ello y porque el motivo más frecuente de consulta es el dolor de características neuropáticas( ardor, escozor, quemazón ) que aumenta al sentarse y que disminuye o desaparece al estar de pie o tumbado hace que el diagnóstico sea complicado y tardío. Por tanto es una patología que tiende a cronificarse por su infradiagnóstico, y porque el paciente no pregunta por vergüenza.
A pesar del desconocimiento epidemiológico se estima que en Europa y EEUU 1 de cada 7 mujeres experimentan neuropatía del pudendo ya sea de forma transitoria o crónica.
Es un problema que obliga al paciente que lo sufre a consultar con diferentes especialistas como ginecólogos, urólogos, etc. .El tiempo medio para su diagnóstico es de 4 años y los médicos visitados oscilan entre 10-30 antes de contactar con un profesional especializado en este tipo de entidad.
CAUSAS:
La clínica puede manifestarse asociada a determinadas profesiones o deportes que conllevan mucho tiempo posición sentada, mención especial merecen los ciclistas, también son importantes los traumatismos en la zona, radioterapia en la pelvis, defectos congénitos óseos o musculares y sobre todo parto vaginal y episotomía.
Se estima que un 30 a 40 % de los partos vaginales se asocia con estiramiento del pudendo, pero la mayoría se recuperan sin dejar secuelas. El riesgo será mayor en los periodos expulsivos prolongados, fórceps y fetos macrosómicos. A su vez si este estiramiento sobrepasa el 12 % de la longitud inicial del nervio se genera daño neurológico definitivo, estreñimiento crónico y el descenso perineal.
A veces no es fácil establecer un diagnóstico y podemos encontrar este dolor en chicas jóvenes sin antecedentes de parto ni cualquier otra causa que lo justifique
TRATAMIENTO:
1- Al ser el dolor neuropático el síntoma principal, se utilizan medicamentos moduladores del dolor entre los que encontramos los antidepresivos como la amitriptilina y los anticonvulsivantes de última generación como la gabapentina o la pregabalina. La respuesta no obstante a este tipo de tratamiento conservador es de ligera o moderada mejoría.
2- No debemos pasar por alto la importante relación entre el síndrome de atrapamiento del nervio pudendo y el síndrome de dolor miofascial, pues muchas veces no sabremos quién llevo a quién. La similitud entre los síntomas de ambos van a ser una constante. Unas veces coexistirán y otras veces cada una de estas entidades llevará a la otra, los dolores característicos de ambas se solapan o destacan unos por encima de los otros haciendo difícil el diagnóstico. Una contractura mantenida en el tiempo con el consiguiente acortamiento muscular nos lleva a una lesión del paquete vasculonervioso, si se realizan terapias sobre la musculatura por terapeutas especializados en suelo pélvico se pueden obtener buenos resultados.
3- Tratamiento con punción seca o infiltraciones locales de lidocaína se utiliza para la desactivación de los puntos gatillo de los músculos afectados del suelo pélvico
4- Las infiltraciones perineurales con corticoides y anestésicos locales como la lidocaína y la bupivacaína en el espacio interligamentoso y en el canal de Alcock, pueden mejorar los síntomas .
5- Tratamiento quirúrgico tiene como objetivo lograr la descompresión del nervio pudendo en el caso de que la fibrosis sea el origen del problema
Debemos ir aplicando estas técnicas según el criterio del terapeuta y personalizándolas según la clínica del paciente pero lo ideal es ir asociando varias de ellas y de esta manera podemos obtener muy buenos resultados con el tratamientos conservador. Siempre debemos comenzar por las técnicas menos invasivos y dejar el tratamiento quirúrgico para los casos con muy mala evolución pues la cirugía es agresiva y con resultado incierto .